La novela El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr.
Hyde de Robert L. Stevenson se lanzó alrededor de 1880 y la película “Mary
Reilly” de Stephen Frears, en 1990 aproximadamente. En la primera obra se
cuenta la historia desde el punto de vista del amigo del protagonista,
Utterson, y en la segunda desde la mucama, quien está enamorada del
protagónico. Ambas se desarrollan en la Inglaterra de XIX, época victoriana, de
gran exposición inglesa en la cual la diferencia de clase estaba muy marcada,
como consecuencia de la revolución industrial.
En el texto literario se utiliza una
estrategia en la que, a pesar de que el punto de vista que predomina es el de Utterson, se va cambiando el narrador
y se cuenta la historia de manera progresiva, desde una mirada exterior (la de
Utterson), luego una mirada testigo con el discurso de Lanyon que observa la
metamorfosis de Hyde en Jekyll y finalmente el de Jekyll, que cuenta su propia experiencia explicando el porqué de su experimento a modo
narrador protagonista. Se podría decir que la focalización comienza siendo
externa y luego con el relato de Jekyll se interioriza, recurso del género
suspenso para producir incertidumbre en el receptor.
“Hay algo malo en su aspecto; algo desagradable, algo directamente detestable. Nunca vi un hombre que me haya disgustado tanto, y no podría decir por qué. Debe de tener alguna deformidad; da una clara impresión de deformidad, aunque no podría señalarla. Es un hombre de aspecto fuera de lo común, pero en realidad no podría decir que tiene de especial." -Utterson.
"Y si soy el mayor de los pecadores, soy también la mayor de las víctimas"-Hyde Jekyll
En cambio, en la película predomina el punto
de vista desde el romance con Mary Reilly y hay una única focalización externa
a través de ella. Dr. Jekyll representa el respeto, el deseo que no se puede
concretar por su moral y Mr. Hyde el erotismo y la atracción reprimida por su
doble. Se muestra un paralelismo entre el padre de Mary, quien cobraba una
personalidad violenta bajo los efectos del alcohol, y Hyde Jekyll, así se le da
una explicación a la conducta de la mucama frente al enamoramiento hacia éstos polos
opuestos. Frears logra en el espectador una sensación de ambigüedad en el que
termina queriendo a ese horrible ser que comete crímenes imperdonables, recurso
fílmico que suele aparecer en Hollywood.
Analizando el desenlace, visto de una forma
general ambas obras terminan con la muerte del protagonista por presiones
sociales reprimidas. Sin embargo, en el texto de Stevenson Hyde se suicida porque se le vuelve
insostenible su lucha interna tanto física como mental, mientras que en la
película es a raíz del amor que le tiene a Mary Reilly que no deja que la mate.
Finalmente ella alude a que no va a poder amar nunca a alguien como a él
(ellos). En conclusión se podría decir
que abarcan la temática del doble de distintas maneras pero siempre dejando
inconclusa la línea que separa lo real de lo fantástico.
